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‘Cumplir con el asombro’  

Posted by: Root in ,

Se asume como un escritor, pero no puede ocultar su vena de periodista. Ha escrito historias que le han merecido premios como el Nacional de Novela José Rubén Romero, pero ahora presenta un libro que recopila sus artículos periodísticos. David Martin del Campo desempolva de las hemerotecas sus colaboraciones en el periódico y las convierte en El Azul de Van Gogh.

Desde hace 15 años cada martes escribe la columna “Entre paréntesis”, y aunque se publica en la sección de cultura, el autor dice que hay días en que redacta lo que se le da la gana. Otras tantas son narraciones de experiencias con escritores como Ricardo Garibay, que le sirven de pretexto para hacer una semblanza de ellos.

El Azul de Van Gogh, que se presenta el miércoles 28 de septiembre, es el rescate de esos que le parece una pena dejar en el olvido. La línea entre el periodismo y la literatura es una barrera con la que quienes se dedican a la fuente cultural, gustan de traspasar continuamente. Narrar no está peleado con informar y aunque ahora los espacios del diarismo han dejado poco para estos híbridos que navegan en ambos mares, nunca falta quien encuentra la fórmula correcta. Martin Del Campo es uno.

Estudió periodismo en la UNAM, pero se formó con una generación de amantes del oficio que aseguraban que no se podía aprender a reportear más que en la calle. Por ello mismo asegura que dentro del periodismo cultural, un género nacido en los años sesenta, según él, existen dos tipos.

“Hay dos incisos generales, quienes tienen formación como periodistas, como reporteros, y de ser reporteros, con la inquietud que tienen desde la juventud, supongo, derivan en escritores, que sería el caso de García Márquez, Hemingway, Vicente Leñero, quizás.

“Y hay otros que son escritores y con el tiempo son invitados a colaborar en las publicaciones, cuando son escritores publican artículos de opinión en los periódicos, que es la mayoría de los casos”, afirmó.

El también autor de las crónicas Los mares de México (1987) y las novelas Dama de Noche (1990) y Las viudas de Blanco (1993), se asume en el primer grupo y está convencido de que para que un oficio no contamine al otro, hay un momento en que se debe decidir y abandonar ser periodista para no viciar la literatura que se escribe.

El Azul de Van Gogh, que fue editado por Conaculta dentro de la colección Periodismo Cultural, se divide en cinco apartados que separan las temáticas diversas de los textos que reúne. ‘Cosas de la vida’ es de los más curiosos, en él aborda los asuntos más insólitos, desde una protesta por la proliferación de restaurantes de hamburguesas, el auto Volkswagen, la fascinación que tienen los hombres por los senos de las mujeres y hasta el tranvía en que de joven viajaba Octavio Paz.

Salvador Novo decía que no se puede alternar el santo ministerio de la maternidad, que es la literatura, con el ejercicio de la prostitución que es el periodismo; sin embargo, Mauricio Carrera, prologuista del libro, asegura que David Martin del Campo se escapó de la sentencia.

El libro se presentará en el Museo Nacional de Culturas Populares y su autor se siente orgulloso de no dejar morir textos que asegura están bien logrados. La recopilación incluye 100 de ellos, los que le parecieron más significativos. Algunos son crónicas de sus viajes, otros hablan de personajes como Juan de la Cabada, Lady Di, Rufino Tamayo o María Luisa Puga, otros tantos no tienen cómo clasificarse.

“Escribo más o menos de lo que se me pega la gana. Yo soy muy curioso y es una manera de cumplir con el asombro”, se justifica el escritor quien también fue colaborador del diario unomásuno.

David Martin del Campo conoce al derecho y al revés muchas de las aristas de la cultura. Es fotógrafo por pasión y cinéfilo por convicción. Estudió dos años en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), hasta que se dio cuenta que las historias que quería contar nunca tendrían presupuesto suficiente de realización.

Puede escribir lo mismo de Arquitectura que de Pintura –esta última un arte que también practica- y es el autor de la ilustración que da portada a su libro. Precisamente una foto de la tumba de Vincent Van Gogh, a quien considera el mejor pintor del siglo 19 y 20 y al que califica del más triste de su época.

Y es justo el texto que trata sobre la visita a la tumba de este artista plástico lo que da título a la recopilación de artículos, una crónica sobre cómo llevó un tulipán al cementerio y se topó con que muchos otros habían querido homenajear al incomprendido pintor, de la misma manera.

“El estilo periodístico de David Martin del Campo es el de la curiosidad satisfecha con una prosa intachable, culta y juguetona”, dice Carrera en el prólogo y es que el humor es algo que no puede desprenderse de su estilo para contar las cosas.

Eso, la ensoñación y la nostalgia son ingredientes inherentes de El Azul de Van Gogh. El periodismo cultural es un género, comenta convencido el autor, es algo que Fernando Benítez inventó en la década de los sesenta y que ahora cualquier periódico que se respete tiene entre las secciones que lo conforman.

Ahora las expresiones culturales son una noticia y no el contexto de una nota de sociales. El novelista se preocupa por dar a sus lectores algo más que información. Busca contar una historia y llenar sus textos de lo que llama una riqueza visual y lingüística. El Azul de Van Gogh es la prueba de que David Martin del Campo siempre opta por aquello que llama la sabrosura de la vida.

NOTA: Este texto pertenece a una serie de ejercicios hechos para el Taller del Periódico Reforma.

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