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Gonzalo Guerrero: Un hombre, un espíritu, un corazón… dos patrias  

Posted by: Root in , ,


Renuente siempre de las prácticas “poco humanas” de sus connacionales, navegante aventurero, español, estratega militar, esposo, padre, hombre… Gonzalo Guerrero, el padre del mestizaje.

Eugenio Aguirre traslada de forma original y fluida, la vida de un nacido en Palos, España que decide abandonar su vida, sus amores, sus costumbres para embarcarse en La Santa María de Barca, comandada por Pedro de Valdivia, cuyo destino cambiará la vida de cada tripulante, convirtiendo a la mayoría en recuerdo y a Guerrero en “natural maya”.

Con un impecable uso del lenguaje que denota la ardua investigación sobre la época, Aguirre indaga en la vida de un personaje mítico del que poco conocemos y al que mucho debemos… la unión de dos razas de distinta composición física pero con el mismo latir de corazón.

“(…) me molesta enterarme de cosas que ofenden a la voluntad de Cristo, el buen Dios. Esclavitud bajo sus hábitos, a la sombra de la eucaristía y de sus votos, es algo que siembre rencores en mi pecho”.(1) En estas líneas, que son apenas un pequeño ejemplo, el autor da clara cuenta de la tendencia que nuestro Gonzalo poseía de conmiseración por aquellos que estaban oprimidos bajo el yugo español. No es gratuito, según nos muestra Aguirre, que Gonzalo se identificara con las personas que se encuentra tras el naufragio de la nave proveniente de Darién.

Los “naturales”, como en ocasiones se les nombra a loslibrogonzalo mayas en la novela, develan para Guerrero una nueva forma de vida, una organización social distinta, una solidaridad comunitaria que lo fascina y envuelve hasta convertirlo en uno de ellos. Cierto es que se nos explica que jamás deja de pensar en “su Andalucía”, pero Yucatán, donde él, Jerónimo de Aguilar, Margarita de Anzures y varios incidentales personajes naufragan, le ofrecen la posibilidad de una oportunidad de vida distinta, donde tuvo que ganarse cada cosa que obtuvo… comenzado con el derecho legítimo de seguir respirando.

Interesante resulta la descripción que hace el autor del impacto que causa en Guerrero aquellos hombres de “fuertes brazos que los mantenían inmóviles, penachos de extrañas plumas, lanzas de colores alucinantes, rostros de diabólicas facciones y un ruido infernal, mezcla de un lenguaje indescifrable, sonajas, cascabeles (…)”(2) un mundo que no conocía… que no imaginaba y que lo enamoró.

El lenguaje, no sólo aquel que expresa las ideas y las maneras de los mayas, como el nombrar a las deidades, etc., sino las metáforas y enunciados casi poéticos, enriquecen el texto de forma extraordinaria; “el clima era cálido cuando rozó mi torso desnudo y el mar tronó en una elegía con los arpegios del tridente. La brisa besó mis labios, lamió mis dientes y sus dulces manos repasaron el ángulo de mis muslos, dejando que la espina reposase en el vientre de su rosa”(3),es sólo un ejemplo.

La contraposición que se hace del mundo español, el supuestamente civilizado y avanzado, contra unos indígenas que ignoraban que tras el océano una manera distinta de concebir la vida los aguardaba, salta a la vista y no sólo enamora a Gonzalo -quien primero desprecia a esos extraños seres salvajes, para pasar al respeto, al cariño, la apropiación de una cultura y el amor por una patria que ya era la suya- sino que también enamora al lector, que posa sus ojos sobre una civilización con una cultura fascinante que quedó desdeñada y de la que poco se sabe.
Aguirre-Eugenio


Quizá no todo lo que aquí se escribió es fiel a la historia real del héroe, sin embargo aquello que Eugenio Aguirre imagina y convierte en la vida de Guerrero mientras estuvo en México, es el reflejo de lo que seguramente pudo pasarle, y devela a un ser humano misericordioso y tenaz como cualquier ser humano; el autor nos regala al padre de la unión de dos culturas que tiene un crecimiento notable, que pasa del cuestionamiento por un mundo español cruel a la aceptación de su conversión en un maya.

Un hombre entregado a sus creencias, con la fuerza necesaria para conciliar su religión y forma de vida con la de esos seres que lo acogieron como uno más, un hombre admirado, respetado por una raza a la que entregó su espíritu y por quienes murió… ese fue Gonzalo Guerrero, por quien conocimos que antes de la colonización una manera distinta de vivir - con sacrificios, ritos, reglas, batallas- existió un pueblo del que también provenimos... la mitad de nuestro origen, la cultura que lo mismo que a él, nos enamora en cada página.


BIBLIOGRAFÍA

AGUIRRE, Eugenio. Gonzalo Guerrero. Punto de Lectura, 2004. Págs. 420


1. AGUIRRE, Eugenio. Gonzalo Guerrero. Punto de Lectura, 2004. Pág. 42

2.Ibídem, pág. 165

3.Ibídem, pág. 79

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