“Buscar las raíces de nuestra cultura para poder proyect
Una mala planeación del espacio para los espectadores y el retraso de media hora con el pretexto de la interferencia del sonido en otro espacio del centro cultural universitario, provocaron la desesperación y reclamos de varios de los asistentes, quienes a coro expresaban – Ya no hagan tango- acompañados de chiflidos de inconformidad.
Al filo de las 2:00 pm, la conjunción del bandoneón, el violín, piano, contrabajo y guitarra –a veces eléctrica, otra acústica- calmó los ánimos del agitado público mexicano y abrieron el telón para la presentación que duró cerca de hora y media.
“Me encontré muy emocionado y con gran alegría, percibí una calidez en todo el público, además de la sorpresa de ver acá tanta gente joven” expresó Jorge Espósito, cantante de la agrupación y reconocido internacionalmente, tras el concierto que dejó un gran sabor de boca a quienes en inicio aseguraban que no aplaudirían ni una sola vez.
Con el sol a todo lo que daba, la gente dentro del MuAC atraída por la música y arremolinados en los cristales del museo, además del aplauso de los asistentes, Rodolfo Roballos, segundo bandoneón de la orquesta del maestro Rodolfo Mederos, y sus jóvenes acompañantes dieron muestra de que hacen tangos… y los hacen bien.
El grupo Varietal tango argentino, cuenta sólo con año y medio de formación, y pese al poco tiempo logró conjuntar exitosamente lo que llaman los tres componentes del tango: música, canto y baile. Un espectáculo completo y sorprendente que la UNAM llevó a sus instalaciones completamente gratis.
“Es un orgullo estar en la UNAM (…) debería ser un ejemplo para toda Latinoamérica, cómo se trabaja y las condiciones que tienen, cómo estudian los mexicanos. Estamos muy contentos de participar un día con ustedes”, fueron palabras del también jefe de la agrupación, Roballos.
Primavera Porteña de Astor Piazzola, fue la pieza encargada de iniciar el evento, en ella los músicos Rodolfo Roballos (bandoneón), Fernando Sánchez (guitarras), Mercedes Martínez (violín), Ramiro Roballos (piano) y Manuel Villar Lifac (contrabajo) -quienes llevaron el peso del concierto- demostraron que pese a los inconvenientes de la organización, el talento joven sobresalió ante todo.
Alternando con el talentoso Jorge Espósito, los bailarines Fernando Gracia y Paula Ballestero, imprimieron a la presentación el toque de sensualidad y pasión características del tango, que además hizo estremecer a más de uno, no sólo por la agilidad en las piernas de los bailarines de fama mundial, sino por la elegancia en la ejecución de cada paso… cada remate.
Con varios cambios de vestuario y lo impecable de su participación, Fernando Gracia, campeón mundial de tango de escenario 2007 confesó que estaba muy agradecido con Roballos por haberlos invitado a la agrupación, sobre todo después de haberle hecho pruebas a muchos otros bailarines.
La pareja del baile originario de argentina y conocido por la precisión de movimientos y su elegancia, se asumieron profundamente agradecidos con el público mexicano a quien calificaron de ser “respetuoso y de mucho silencio”, lo que parecía increíble después de las muestras de poca paciencia con las que los universitarios y visitantes los recibieron.
Empero de habernos declarado que llevaban poco tiempo como pareja de baile, el acoplamiento de los jóvenes ejecutantes era innegable y transmitió a jóvenes y viejos la pasión y gusto con que danzaron en la presentación.
“Nos conocimos hace mucho tiempo, en un grupo dónde varios jóvenes se juntaban para bailar, ahí nos hicimos amigos”, confesó Paula Ballestero, quien obtuvo durante 3 años consecutivos el tercer puesto en el mismo concurso del que Fernando Gracia es campeón.
“Sin embargo la primera vez que bailamos juntos fue en Ensenada, acá en México” declaró el experimentado bailarín, lo que es hace a nuestro país un lugar inolvidable para ambos.
Sin duda el momento más emotivo de la tarde se lo llevó Espósito, cuando tomando el puesto del hermano menor de Rodolfo Roballos, se acercó al piano y al unísono con la gente interpretó El día que me quieras, lo que provocó un enorme aplauso y que varias voces comenzaran a “pedir” canciones, cual si se tratara de una presentación de mariachi, lo que dejó en claro que la compañía de tango se los había “echado a la bolsa”
“Interpretar tangos es un reto enorme, cuya mayor responsabilidad es que al ser vocero de la cultura de mi país, no sólo porto un gran privilegio, además debo cuidar el respeto tanto de letras como de música”, comentó Espósito visiblemente emocionado.
“Cantar es decir con música y palabras lo que el corazón quiere y no puede decir; es expresar el alma” declaró Espósito, quien se confesó admirador de la música mexicana de todos los tiempos.
“En nuestras vidas el tango lo es todo, vivimos por, para y de él; nos permite compartir con el resto del mundo lo nuestro” advirtió Roballos, quien dijo que los mexicanos debemos estar orgullosos de que la UNAM ponga al alcance de todos eventos culturales como este.
El grupo Varietal, tango argentino, (que debe su nombre en parte a la madre de los hermanos Roballos y en parte al vino varietal hecho “de una sola uva”), recorrió en la presentación música de autores de toda la historia del tango, desde Astor Piazzola, Rodolfo Mederos, Alejandro Scarpino hasta Luis Bernstein o el mismo Carlos Gardel y demostró que juventud y tradición son una fórmula de éxito.
