- ¡No estoy de acuerdo, yo pienso diferente! -; hoy son palabras pronunciadas a menudo. Antes, miles de personas murieron o “desaparecieron” sin terminar la frase. La libertad de decir y pensar distinto es un privilegio con el que no todos cuentan, ese que en ocasiones no se sabe aprovechar.
Florian Henckel von Donnersmarck debuta como guionista con La vida de los otros (Das Leben der Anderen), cinta alemana que aborda el tema del espionaje de la “Stasi” –la policía secreta de la antigua República Democrática Alemana- a la vida íntima de las personas de aquel país.
El tema del filme es por demás interesante, abarca personajes que llaman la atención por su riqueza no sólo histriónica, sino psicológica, como el policía Wiesler; Ulrich Mühe interpreta a Gerd Wiesler, cuyo trabajo de implacable interrogador y eficiente vigilante de la “Stasi” lo coloca al frente de la investigación del escritor Georg Dreyman y su novia, la actriz Christa Sieland.
Sus ojos y oídos están puestos en la vida de esta pareja, cuyo círculo de amigos intelectuales se encuentra siempre bajo la lupa, y aunque tiene fama de inclemente, inflexible y frío, el acercamiento con Dreyman le cambia la perspectiva sobre la situación del sistema para el que trabaja.
Conocía cada paso que daba, escuchaba sus conversaciones telefónicas, sabía de sus visitas, sobre la ideología de sus allegados, la relación con Christa, la frustración de tener que callar sus ideas frente a la represión ideológica de su país, comprendió su sentir y solapó la clara desobediencia del escritor, cuando de forma anónima éste escribe un texto de crítica al silenciamiento de voces en Alemania Occidental.
¿Qué pasa en la cabeza de un hombre cuya carrera está a punto de despuntar y tira todo a la borda al encubrir a un “traidor”? ¿Pudieron las ideas de Dreyman y sus amigos aflorar en él la indignación frente a un sistema represor cuyos días estaban contados? ¿Valió la pena cubrir el rastro de los escritos “prohibidos” de un intelectual para que éste siguiera escribiendo y dándole al mundo su opinión?
La vida de los otros muestra un significativo cambio en la conducta de sus personajes, no sólo de Wiesler sino de Dreyman o la misma Christa, cuya adicción la orilla a delatar a su pareja y después provoca el accidente donde muere; la presión psicológica bajo la que viven los individuos y las acciones que con estas circunstancias realizan, son muy bien logradas y reflejadas, haciendo que el espectador comprenda el cambio de actitud del policía de la “Stasi”.
Me remito a ese personaje en particular, a pesar de tratarse de uno de los principales, pues el acierto que tiene el director al dejarnos ver que incluso aquellos que servían a estos regímenes totalitarios son capaces de sentir indignación y corregir el camino, es algo poco usual en cintas que abordan la temática.
La intromisión en la vida de las personas, sobre todo aquellas con influencia como escritores, directores, actores, periodistas, etc., es un rasgo común de dictaduras y sistemas totalitarios, y es un acierto del director dejar de lado la violencia que se ejercía sobre quienes eran descubiertos por estas vigilantes policías, para enfocarse en el aspecto psicológico de las víctimas –así lo ignoraran, como Dreyman-
Con elipsis, que nos permiten dar cuenta de lo que ocurre tiempo después del desarrollo de la historia y mostrar el triunfo de los opositores a la República Democrática Alemana con la caída del Muro de Berlín en 1989, la película sitúa al espectador en las consecuencias a largo plazo de las decisiones de los protagonistas.
Inevitable es que el film me remita al trato que se le da a estas circunstancias en otros ámbitos. George Orwell, escritor y periodista británico, publicó en 1949 la novela 1984, en ella la policía del pensamiento y “El gran Hermano” eran los encargados de “mantener el orden” y acallar a los revoltosos u opositores del sistema impuesto por el “Partido Único”.
Quizá Orwell sirvió de inspiración a Florian Henckel von Donnersmarck para realizar el guión de la cinta alemana cuya calidad la hizo merecedora del Oscar por mejor película extranjera en 2007.
La Savak, que funcionó en Irán de 1957 a 1979, bajo el régimen del Sha Mohammed Reza Pahlevi -oficialmente conocida como la Organización de Seguridad e Inteligencia Nacional-, en realidad se trataba de un mecanismo de vigilancia y represión del sistema; Ryszard Kapuscinski lo refleja de forma magistral en su libro: El Sha o la desmesura del poder convirtiéndose en otro gran referente del tema que Donnersmarck aborda en el filme.
¿Valió la pena para Wiesler? El final de la película es contundente… sí, lo valió. HGW XX/7 se sintió satisfecho.
Ficha técnica
La vida de los otros (Das Leben der Anderen); Alemania 2007; Director y guionista: Florian Henckel von Donnersmarck; Producción: Quirin Berg, Max Wiedemann; Fotografía: Hagen Bogdansk; Reparto: Ulrich Mühe, Sebastian Koch, Martina Gedek, Ulrich Tukur.
Florian Henckel von Donnersmarck debuta como guionista con La vida de los otros (Das Leben der Anderen), cinta alemana que aborda el tema del espionaje de la “Stasi” –la policía secreta de la antigua República Democrática Alemana- a la vida íntima de las personas de aquel país.
El tema del filme es por demás interesante, abarca personajes que llaman la atención por su riqueza no sólo histriónica, sino psicológica, como el policía Wiesler; Ulrich Mühe interpreta a Gerd Wiesler, cuyo trabajo de implacable interrogador y eficiente vigilante de la “Stasi” lo coloca al frente de la investigación del escritor Georg Dreyman y su novia, la actriz Christa Sieland.
Sus ojos y oídos están puestos en la vida de esta pareja, cuyo círculo de amigos intelectuales se encuentra siempre bajo la lupa, y aunque tiene fama de inclemente, inflexible y frío, el acercamiento con Dreyman le cambia la perspectiva sobre la situación del sistema para el que trabaja.
Conocía cada paso que daba, escuchaba sus conversaciones telefónicas, sabía de sus visitas, sobre la ideología de sus allegados, la relación con Christa, la frustración de tener que callar sus ideas frente a la represión ideológica de su país, comprendió su sentir y solapó la clara desobediencia del escritor, cuando de forma anónima éste escribe un texto de crítica al silenciamiento de voces en Alemania Occidental.
¿Qué pasa en la cabeza de un hombre cuya carrera está a punto de despuntar y tira todo a la borda al encubrir a un “traidor”? ¿Pudieron las ideas de Dreyman y sus amigos aflorar en él la indignación frente a un sistema represor cuyos días estaban contados? ¿Valió la pena cubrir el rastro de los escritos “prohibidos” de un intelectual para que éste siguiera escribiendo y dándole al mundo su opinión?
La vida de los otros muestra un significativo cambio en la conducta de sus personajes, no sólo de Wiesler sino de Dreyman o la misma Christa, cuya adicción la orilla a delatar a su pareja y después provoca el accidente donde muere; la presión psicológica bajo la que viven los individuos y las acciones que con estas circunstancias realizan, son muy bien logradas y reflejadas, haciendo que el espectador comprenda el cambio de actitud del policía de la “Stasi”.
Me remito a ese personaje en particular, a pesar de tratarse de uno de los principales, pues el acierto que tiene el director al dejarnos ver que incluso aquellos que servían a estos regímenes totalitarios son capaces de sentir indignación y corregir el camino, es algo poco usual en cintas que abordan la temática.
La intromisión en la vida de las personas, sobre todo aquellas con influencia como escritores, directores, actores, periodistas, etc., es un rasgo común de dictaduras y sistemas totalitarios, y es un acierto del director dejar de lado la violencia que se ejercía sobre quienes eran descubiertos por estas vigilantes policías, para enfocarse en el aspecto psicológico de las víctimas –así lo ignoraran, como Dreyman-
Con elipsis, que nos permiten dar cuenta de lo que ocurre tiempo después del desarrollo de la historia y mostrar el triunfo de los opositores a la República Democrática Alemana con la caída del Muro de Berlín en 1989, la película sitúa al espectador en las consecuencias a largo plazo de las decisiones de los protagonistas.
Inevitable es que el film me remita al trato que se le da a estas circunstancias en otros ámbitos. George Orwell, escritor y periodista británico, publicó en 1949 la novela 1984, en ella la policía del pensamiento y “El gran Hermano” eran los encargados de “mantener el orden” y acallar a los revoltosos u opositores del sistema impuesto por el “Partido Único”.
Quizá Orwell sirvió de inspiración a Florian Henckel von Donnersmarck para realizar el guión de la cinta alemana cuya calidad la hizo merecedora del Oscar por mejor película extranjera en 2007.
La Savak, que funcionó en Irán de 1957 a 1979, bajo el régimen del Sha Mohammed Reza Pahlevi -oficialmente conocida como la Organización de Seguridad e Inteligencia Nacional-, en realidad se trataba de un mecanismo de vigilancia y represión del sistema; Ryszard Kapuscinski lo refleja de forma magistral en su libro: El Sha o la desmesura del poder convirtiéndose en otro gran referente del tema que Donnersmarck aborda en el filme.
¿Valió la pena para Wiesler? El final de la película es contundente… sí, lo valió. HGW XX/7 se sintió satisfecho.
Ficha técnica
La vida de los otros (Das Leben der Anderen); Alemania 2007; Director y guionista: Florian Henckel von Donnersmarck; Producción: Quirin Berg, Max Wiedemann; Fotografía: Hagen Bogdansk; Reparto: Ulrich Mühe, Sebastian Koch, Martina Gedek, Ulrich Tukur.
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